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viernes, 20 de diciembre de 2013

Las flores que oculta el bosque

(Como no tengo fotos de bosques, os dejo una que hice de un "camino" mientras volvía con unas amigas de una excursión a Ainsa)

Ah... Tan bien... Saca sus manos de las cristalinas y frescas aguas del arroyo y se las pasa por el rostro y el cuello. Suspira satisfecha y contempla el reflejo del agua. Oh, la luna es tan hermosa esa noche... pero ella lo es aún más. Y lo sabe. Sonríe satisfecha al verse emulada en el agua. Un rostro perfectamente angelical, de tez nívea y cabellos claros, largos y lisos, ojos que se debaten entre el gris de la plata y el azul que el cielo estival lucía durante el día. Todo su ser emana un aire de pureza y fragilidad, la clase de aspecto de alguien que no puede ser otra cosa que bondadoso y afable a ojos de los demás.
La otra ríe desde su asiento en una roca. Se gira hacia su hermana y la ve sonreír, pero no con la dulce sonrisa de su reflejo en el agua, sino con una que más se asemeja a una mueca sarcástica, quizás cruel, sin duda alguna amenazante. Pero no para ella, oh, jamás le haría daño a ella y lo sabe, como sabe cuán bella es. Su hermana tampoco es fea, y está lejos de ser común. Es una belleza, pero no una belleza angelical como la suya.
Y entonces lo percibe, el bosque guarda silencio. Su hermana se pasa las manos pálidas, pues la nívea tez es quizás el único rasgo físico que comparten, por su melena azabache y ondulada. Entorna los ojos violetas enmarcados por espesas, largas y oscuras pestañas mientras aspira el aire con deleite. Se estira con movimiento felino y abandona la roca musgosa, apartando finalmente los ojos de su hermana de dulce aspecto, quien, sin embargo, es incapaz de apartar sus ojos de la sonrisa que no se ha borrado del rostro de su hermana, hasta que esta misma desaparece entre el espesor del bosque. La sigue al momento.
Ambas se desplazan sin prisa, con una elegancia y fluidez más propias de espíritus que de seres corpóreos como ellas. La morena se detiene, su hermana, que le seguía pocos pasos por detrás, hace lo mismo.
Dos jóvenes vagan por el bosque, se han salido del sendero en busca de unas flores que de ninguna otras forma podrían conseguir.
-Esto es ridículo, no las vamos a poder encontrar con tan poca luz.
Su compañero le chista mandándole callar.
-¿No fuiste tú el que dijo que quería impresionar a Leda llevándole las Flores que Oculta el Bosque? Dicen que solo aparecen a la luz de la luna, lejos de los senderos, así que deja de quejarte, que lo estamos haciendo por ti.
-Pero esto no me gusta, no me gusta nada. ¡Ni siquiera sabemos qué aspecto tienen esas flores! ¿Y si son solo un cuento de viejas?
-No grit... -dejó la frase en el aire al ver al pecado en persona. O lo que probablemente sería, a su parecer, la lujuria si se encarnase. Ella se humedeció sus rojos y tentadores labios y le mostró una sonrisa entreabierta, invitadora. Apenas iba vestida con un vestido negro, tan liviano que dejaba entrever hasta el tamaño de la aureola de los pezones, largo hasta el suelo pero rasgado, mostrando unas piernas largas, blancas y suaves, casi tan tentadoras como la carne que mostraba el pronunciado escote. Durante ese instante los dos olvidaron por completo quiénes eran y qué estaban haciendo allí, hasta que un gritito ahogado llamó la atención.
La mujer fatal sujetaba a otra por los pelos, los miró, una lágrima calló desde sus ojos, límpidos e inocentes, su vestido, que antes probablemente había sido pudoroso y de un blanco virginal, ahora estaba sucia y rasgada. Sintieron que algo se rompía en su interior, volvieron sus ojos a la belleza pecaminosa, pero ya no con fascinación, si no ira y asco, algo se habría en su interior, un deseo primitivo de proteger a la que obviamente era una doncella en apuros, capturada por algún tipo de hechicera o demonio. No, no se dejarían engañar por ella. Se abalanzaron, la derribaron, y no les costó nada reducirla. A decir verdad, apenas opuso resistencia, pero eso no les preocupó, sonreían satisfechos viéndola tirada en el suelo, inmóvil. Se sentían auténticos héroes mientras tendían sus manos a la dama que acababan de rescatar de tal peligro.
-Gracias, oh, gracias... -balbuceaba entre sollozos ella- Lo siento, lo siento tanto...
-No te preocupes, estás a salvo - la consoló el joven que tenía por amada a la tal Leda. Arropó entre sus brazos a la aterrada joven durante un rato, un buen rato, demasiado rato...
-¡Ey! -su amigo le tiró del hombro- No creo que a Leda... -el otro lo apartó de un empujo- ¡Oye! Mira, eres mi mejor amigo, pero apártate de ella ahora mismo.
Ninguno pensaba ya en Leda, ni que eran amigos desde que tenían uso de razón. De pronto no había nada más para ellos que un sentimiento de odio mutuo, un deseo de proteger a la chica... el uno del otro. De tenerla solo para ellos. Sí, un ser tan hermoso, tan dulce, tan puro... ¡Nadie más la tendría! ¡Nadie más podría protegerla!
Llovieron puños, patadas, uñas y dientes, hubo piedras, hubo palos, hubo sangre,¡y hubo muerte!
Ah... La joven rubia se acercó a los dos cuerpos inertes de los jóvenes. Estaban muertos. Se inclinó sobre uno de ellos, acercando sus labios al rostro de este y... abrió la boca y mordió, sus afilados dientes desgarraron y masticaron, y tragó. La nariz, las mejillas, los labios y los ojos... Oh, los ojos.. Tan bien... Engulló primero a uno, y mientras comenzaba con el otro cayó en la cuenta de algo. Levantó por un momento la vista de su banquete y sonrió a su hermana, que la observaba sentada con las piernas cruzadas a pocos metros, era una sonrisa pura y sincera, a la que su hermana respondió con la suya propia, aquella burlona y cruel; ambas satisfechas.
-Gracias, hermana -dijo, e hizo un puchero-. Ojalá pudieses saborearlos conmigo -su hermana siguió sonriendo, cualquiera que no la conociese volvería a insistir que con diversión y crueldad, pero ella la conocía, y vio la adoración en sus ojos. Oh, todo el mundo la adoraba, a ambas, probablemente, aunque de distinta manera. Es que eran tan bellas...


Anton observó el bosque desde el camino, he hizo un amago de acercarse al borde, pero su padre lo detuvo.
-¿A dónde crees que vas, mozalbete?
-Ah, papá, estaba pensando... Bueno, ayer oí a unos chicos mayores del pueblo hablar de ir a recoger unas flores llamadas las Flores que Oculta el Bosque, decían que eran muy especiales y bonitas... Y bueno, estaba pensando... Que a lo mejor eran unas de esas plantas mágicas que la abuela decía que había en los bosques, que podían curar a las personas. Y se me ha ocurrido que si le llevásemos a mamá aunque solo fuese una, a lo mejor se ponía bien...
Su padre lo miró severo.
-Esos chicos son unos zoquetes. Esas flores solo se pueden ver de noche, y créeme, hijo, que ni tú ni ellos querríais verlas realmente.
-¿Por qué? -preguntó el muchacho, intrigado.
-Bueno, dime, ¿no le decía yo a mamá mi flor a veces?
-Ehm... Sí, pero porque es guapa y... bueno, os queréis mucho...
-Exacto, ¿pero tu madre es una flor? No, ¿verdad? Es una humana.
Anton miró de nuevo hacia los árboles, con el ceño fruncido.
-¿Las Flores que Oculta el Bosque son personas?
-No, hijo, son muchachas, o al menos lo parecen. Se dice que son dos hermanas, fruto de la unión de una fada y un humano. Una de ellas heredó la belleza de su madre, rubia, pálida y esbelta, pero sus dones eran tan humanos como los de su padre. Por el contrario, la otra, si bien era hermosa, lo era de una forma más humana, pero había heredado los dones de su madre: ejercía un irresistible encanto sobre los hombres y, sobre todo, era inmortal. Estaban muy unidas, y no soportaban la idea de que la muerte las separase algún día, pero resulta que la madre de su padre era bruixa, y enseñó a sus nietas el secreto de cómo robar la vida de otras personas para alargar la propia.
Anton tragó saliva.
-¿Y cómo era eso, padre? -no pudo evitar preguntar.
-Devorando su carne. Pero no era tan fácil, pues esa magia no surtía efecto si la carne devorada era de alguien que hubiesen matado ellas mismas. Solo podía consumir la carne de quien hubiese muerto voluntariamente por ellas. Así que habitan este bosque, engañando a los jóvenes incautos que osen abandonar el camino en la noche, pues es el momento en que las bruixas y fadas malvadas son más poderosas.
Y sin más siguió caminando. Anton se apresuró a seguirlo, puede que aún fuese de día, y puede que fuesen por el camino, pero no quería arriesgarse.

martes, 17 de diciembre de 2013

III Ludicae Domus


Por tercer año consecutivo, el grupo de jóvenes de Avv. Puente Santiago os trae las Ludicae Domus:  juegos de mesa para peques y mayores, concursos (de dibujo y lectura rápida), sorteos de regalos... ¡Y mucho más!

Todo con la colaboración de Doctor Ocio, El Vecino de la Bestia, Taj Mahal Comics, 5 Reinos, Devir, Panini Comics, Gigamesh, Codize Games y Club Star Trek de España.

Os esperamos este sábado 21 de diciembre, yo estaré allí, ¡así que espero veros!

viernes, 13 de diciembre de 2013

"Piramidiotas"

Acabo de hacer esta entrada para el blog de mi antiguo instituto, como otras veces, os dejo un copia y pega:


Hace un par de días vi una noticia de esas que te hacen bufar ante las estupidez de algunos. Se trata de un incidente (de entre muchos otros) causado por los, como los nombran en el artículo, "piramidiotas", esas gentes convencidas de que el ser humano es incapaz de poner una piedra sobre otra y que jamás habría llegado hasta donde está sin ayuda de... ¿lo adivináis?... aliens. Sí, señores y señoras, hay gente que se toma semejante teoría enserio, muy pero que muy enserio... Hasta el punto de profanar monumentos históricos convencidos de ser auténticos investigadores en pos de la verdad que deben rebelar al mundo. Por supuesto que los señores estos están lejos de ser arqueólogos o historiadores. Y uno pensará: "Pues siendo así déjalos estar, ¿qué mal pueden hacer? Cada cual es libre de creer lo que quiera". A quien piense eso le repito lo que he escrito unas líneas más arriba:  "Hasta el punto de profanar monumentos históricos".

Y procedo a dejar un enlace al artículo que ha creado en mí el sentimiento de indignación que me ha llevado a soltaros tal perorata:
-http://blogs.elcorreo.com/magonia/2013/12/04/dos-fanaticos-de-los-alienigenas-ancestrales-causan-danos-en-la-gran-piramide-para-probar-sus-delirios/

Y otras noticias y artículos relacionados también con los "piramidiotas":
-"'Piramidiotas' cum laude, por la Universidad de Politécnica de Cataluña"
-"'Piramidiota' se presenta a concurso empresarial"
-"'Piramidiotas' (por Antonio Rico)"
-"Jamones y pirámides"

domingo, 17 de noviembre de 2013

Tarta "Don't feed the troll" (por llamarla de algún modo)

Pues ayer estuve en otro cumple de un amigo, así que toca entrada sobre la tarta que le hice, porque además... ¡No era otra versión de la sacher que hago siempre! Esta vez la hice modificando una receta de bundt bake que encontré por ahí. Y como está modificada, a pesar de que os he dejado en enlace a la original, os paso la que hice yo:

Ingredientes:

-5 cucharadas de leche entera de vaca.
-4 claras de huevo grandes.
-200 gr de harina.
-200 gr de azúcar.
-220 gr de mantequilla (mejor que la vayamos sacando de la nevera para que esté a temperatura ambiente, aunque a una mala se puede meter un segundín al microondas).
-Una cucharadita de levadura química.
-1/2 cucharadita de canela.
-Una cucharadita y media de cacao en polvo (del de hacer chocolate a la taza).
-Un pellizco de sal.
-Un sobre de polvos gelificantes (también conocido como cobertura para tartas, por si los encontráis más grandes, el que yo usé era de 12 gr).
-280 gr de mermelada (del sabor que queráis, yo usé de tomate)
-100 gr de chocolate para fundir para coberturas (yo usé del de 52% cacao).

Preparación:

Separamos las claras de las yemas (otro día os daré ideas de qué hacer con las yemas sobrantes).



Mezclamos en un bol las claras y la leche.



Agregamos en azúcar, mezclamos de nuevo. Agregamos la harina, la canela, el cacao en polvo, el pellizco de sal y la levadura, y a mezclarlo todo otra vez.



Echamos la mantequilla (cortada en daditos o lo más pequeña posible), y la mezclamos con todo.



Ponemos a precalentar el horno. Untamos el molde con mantequilla. Vertemos la masa en el molde y lo metemos en el horno a 175ºC durante 45 minutos. 
Pasado el tiempo indicado, sacamos el bizcocho resultante, lo desmoldamos, dejando la parte de abajo, que es la más lisa, como superficie de arriba (vamos, que le demos la vuelta) y lo dejamos un rato hasta que se enfríe.
Una vez frío, cortamos el bizcocho por la mitad, separamos la parte de arriba y le hacemos un agujero dejándola cual rosquilla. Con mucho cuidado, colocamos la parte de arriba de nuevo en su lugar sobre la parte de abajo del bizcocho (tranquilos, que no se desperdicia nada, luego os digo qué hice con el trozo de bizcocho que extraje de la parte de arriba). Si se agrieta un poco no pasa nada, porque luego lo aseguraremos con la cobertura de chocolate (pero que sea un poco, porque un mucho puede terminar con el relleno escapando por los lados).



Disolvemos los polvos de gelificante en un poco de agua (algo así como 1/3 de vaso) y los echamos en un cazo a calentar, vamos agregando la mermelada y revolviendo con una cuchara hasta que comience a entrar en ebullición, momento en que apagamos y apartamos del fuego, la dejamos un par de minutos para que se enfríe un poco.

Una vez seguidos esos pasos, vertemos el preparado en el hueco que le habíamos hecho al bizcocho.


Por increíble que parezca, el preparado de gelatina-mermelada no se escapó por la grieta esa  XD

Derretimos el chocolate de cobertura (al baño maría o unos minuticos en el microondas) y lo extendemos por todo el bizcocho que no lleva el preparado de gelatina-mermelada. La dejamos enfriar en la nevera durante una hora o poco menos... ¡Y ya está lista para comer!


Si queréis podéis rematarla escribiendo algo como hice yo, o poniéndole fideos de colores o lo que queráis (imaginación al poder).

Como siempre (y rara vez ocurre), esperaré ansiosa vuestros comentarios sobre la tarta y/o la vuestra experiencia al poner la receta en práctica.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Concurso de Relatos Jóvenes AVV Puente Santiago


Pues eso, que aquí os traigo otro concurso de relatos para los que os interese:

Bases del Concurso:


Pueden participar en el concurso todas aquellas personas que lo deseen de manera individual siempre que acepten total y plenamente las bases del mismo. La participación en el concurso implica la total aceptación y cumplimiento de dichas bases, el relato que no las cumpla quedará automáticamente fuera del concurso.

Habrá dos modalidades distintas, que corresponderían a una categoría infantil y otra adulta :
-El tema de la categoría infantil será “La cosa más especial del mundo”. La edad de los participantes en esta categoría deberá ser menor de 13 años y mayor de 6 años. Los relatos en esta categoría infantil tendrán un mínimo de 800 palabras y un máximo de 1800 palabras, y deberán haber sido escritos por los propios niños sin ayuda de ningún adulto.
-El tema de la categoría adulta será “Desconocidos”. La edad de los participantes en esta categoría deberá ser a partir de los 13 años. Los relatos en esta categoría adulta tendrán un mínimo de 1000 palabras y un máximo de 3000 palabras.

En ambas modalidades:
-Deberán escribirse en Arial tamaño 12 con interlineado sencillo, en hojas tamaño DIN A4, con el título del relato escrito al principio y seudónimo del autor al final del mismo.
-Cada participante podrá enviar un máximo de 3 relatos, cada uno con un seudónimo distinto.
-Los relatos se enviarán en formato .pdf, con el título del relato como nombre del documento, y acompañados por un .txt cuyo título será el seudónimo empleado en el relato y cuyo contenido será la información real del autor (nombre, apellidos, edad/categoría en la que participas y un correo electrónico o número de teléfono de contacto).
-El correo al que deberán enviarse los relatos en .pdf junto al documento .txt es: relatosjovenessantiago@gmail.com
-La fecha límite de admisión de los relatos será el día 25 de febrero del 2014. El jurado realizará el fallo el día 1 de marzo del 2014.
-La fecha de la entrega de premios se anunciará tras la decisión del jurado y se comunicará a todos los participantes, hayan ganado o no, para que acudan si lo desean. Tras la misma habrá un pequeño refrigerio.
-El jurado estará compuesto por tres miembros que únicamente tendrán acceso a los relatos y no a los .txt con la información de los autores hasta que hayan dado su veredicto.

Los organizadores del concurso se reservan el derecho de publicar los relatos en los medios de difusión de la AVV Puente Santiago, ya sea vía internet o en papel impreso, sin eximir al autor de sus derechos de explotación de la obra.

Los premios consistirán en pequeños lotes de libros más una sorpresa, y serán:
1º en categoría infantil
2º en categoría infantil
1º en categoría adulta
2º en categoría adulta

Los organizadores del concurso se reservan el derecho de declarar desiertos los premios de cualquiera de las dos categorías si no llegase a un mínimo de 4 relatos de distintos participantes.


Para más información, podéis consultar los eventos del concurso en las siguientes redes sociales:

-Facebook
-Google+
-Twitter: #‎ConcursoRelatosJovenesAvvPuenteSantiago‬

martes, 5 de noviembre de 2013

Entre extraños

Y hoy toca el último libro que me he leído (me lo terminé hace unos días, justo después de El antropólogo inocente, se trata de Entre extraños, de Jo Walton, Ed. RBA, libro el cual gané en el concurso de relatos del cual os hablé hace unos meses, nada mal para un tercer premio, sobre todo porque de los relatos que mandé el de El nombre era el que más me esperaba que ganase (bueno, mandé otro peor, pero prefiero no mentarlo siquiera...). Pobre relato de la morcilla, con las esperanzas que tenía puestas en él...

"Criada por una madre medio loca interesada en la magia, Morwena Phelps crece en Gales entre los espíritus que han convertido su ciudad en una ruina industrial y solo consigue liberarse de su cruda realidad a través de las novelas de ciencia ficción. Sin embargo, cuando su madre intenta invocar a los espíritus oscuros Mori se ve forzada a enfrentarse a ella en una batalla mágica que la deja lisiada de una pierna y provoca la muerte de su hermana gemela.
Después de irse a vivir con su padre, al que apenas conoce, acaba en un internado, donde se siente sola y aislada. Sometida a las burlas de sus compañeras y al desprecio de los maestros, solo encuentra refugio en los libros y en un intento desesperado por conseguir amigos a través de la magia, experiencia que la pondrá en contacto con su madre y con espíritus que habría sido mejor no invocar."

Bueno, la verdad es que cuando leí esa sinopsis me dejé engañar por la apariencia de típica aventura fantástica con una adolescente como protagonista. Que sí, que la protagonista es una adolescente, y sí, puede que tenga trazos "típicos", pero es, lo mires por donde lo mires, curioso. Para empezar, me gustó que estuviese escrito a modo de diario, no suelo leer muchos libros de ese tipo, me este me ha agradado. Para continuar, esa tensión cuando empecé a plantearme si la protagonista no estaba simplemente pirada y no había tal cosa como la magia y las hadas en el mundo en que transcurría la historia (supongo que alguno que se anime a leerlo terminará haciéndose la misma pregunta en aquel momento, así que le va a tocar terminárselo como a mí para salir de dudas). Y para finalizar (y esto no tiene por qué anular la duda anteriormente planteada, ahí lo dejo), me encanta ese planteamiento como las hadas/elfos como algo mágico pero que no es exactamente la concepción de hadas/elfos que tiende a aparecer en este tipo de historias.

Y bueno, con esto os dejo por hoy, ya me comentaréis si os animáis a leerlo con vuestros pareceres.

lunes, 4 de noviembre de 2013

El antropólogo inocente y un nuevo hobby

Hace mucho que no me paso por el blog para escribir una nueva entrada, y hace aún más tiempo que esa nueva entrada no va sobre mis lecturas, así que, como ya tocaba, aquí os traigo una de las lecturas más recientes de cuantas tengo pendientes hablaros: El antropólogo inocente, de Nigel Barley, Ed. Anagrama.


"El antropólogo inocente es un texto ciertamente insólito del que se dijo: <> (David Halloway). El autor, doctorado en antropología en Oxford, se dedicó durante un par de años al estudio de una tribu poco conocida del Camerún, lo que constituyó su primera experiencia en el trabajo de campo, y casi la última. Nigel Barley se instaló en una choza de barro con la intención de investigar las costumbres y creencias del pueblo dowayo. Conocía la teoría del trabajo de campo, pero, como descubrió enseguida, ésta no tomaba en consideración la escurridiza naturaleza de la sociedad dowayo, que se resistía a amoldarse a norma alguna. En esta crónica del primer año que pasó en África, Nigel Barley -tras sobrevivir al aburrimiento y a desastres, enfermedades y hostilidades varias- nos ofrece una introducción decididamente irreverente a la vida de un antropólogo social.
Después de esta experiencia, el autor se incorporó al Museo Británico, cuyo departamento de publicaciones editó este texto como una curiosidad. La excitación que causó entre sus primeros lectores motivó que se publicara después en la colección de bolsillo de Penguin con extraordinario éxito."

¿Sabéis eso que suele pasar con los libros de lectura obligatoria para clase, que empiezas a leerlos a disgusto en la mayoría de los casos por el simple hecho de que no te hayan dado elección e, incluso si en otra circunstancia te hubiese gustado, les coges cierta tirria? Pues esta es una de esas excepciones. Admito que lo cogí con el recelo propio de los libros obligados, pero me ha gustado mucho. Lo recomiendo, tanto si se tiene interés en la antropología como si solo se quiere pasar un buen rato, pues es un libro cargado de anécdotas graciosas, que puede tanto hacerte reflexionar sobre diferencias culturales, entre otras cosas, como sacarte sonrisas y hasta risas.

Y bueno, lo del nuevo hobby viene a ser que ahora, además de dulces y libros, las manualidades cutriles han pasado a engrosar la lista de cosas con las que me entretengo. El otro día en casa de Mi Caballero probé suerte por primera vez con el fimo (lo que dio lugar a una especie de hada-planta y a una sirena de nombre Manola Manolo de noche, de las que por fortuna o por desgracia no tengo fotos para mostraros. Pero la cosa empezó hace ya unos meses cuando me dio por hacerme mis propias gargantillas y pulseras, de las cuales sí tengo fotos para mostrar los resultados.

Esta es la primera que hice, les he cosido lo que yo llamo "botones de clip" a modo de cierre (sé que tienen otro nombre, pero nunca lo recuerdo). Lo sé, no me he roto mucho la cabeza, pero aspiro a intentar hacerlas más "complejas" (añadir cintas o colgajos, lo siento, no doy pa' mucho más de momento).

Esta es medio obra mía medio de Mi caballero (en realidad yo solo puse los cierres, él me hizo el colgantico de la botella con la cadenita).

Este lo improvisé hace unos días media hora antes de ir a clase, porque llevaba uno de mis jerséis a rayas blancas y negras y me dio la venada de ponerme una gargantilla a juego. 

De este solo puedo decir que me apetecía hacerlo y me gusta cómo queda.

Y esto es una pulsera, se la regalé a una amiga.

He hecho otros colgantes y pulseras, pero olvidé hacerles foto antes de regalarlos.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Phoneblocks, ¿el smartphone del futuro?

Os dejo un copia y pega de la nueva entrada que acabo de escribir para el blog de mi antiguo instituto (a partir de mañana soy universitaria, pero tengo permiso para seguir escribiendo ahí ).

La idea, un smartphone compuesto por bloques que corresponderían a sus distintas funciones, completamente reemplazables y personalizables, es fruto de la mente del diseñador holandés Dave Hakkens, y en caso de que llegase a hacerse realidad (es decir, si los señores que actualmente se forran con el mundillo de los smartphone y otras tecnologías lo permiten), supondría, entre otras cosas una disminución de los desechos que actualmente se genera cada vez que un móvil cae víctima de la obsolescencia programada que nos obliga a tirarlo enterito.
Pero bueno, aquí os dejo el vídeo promocional original (en inglés), así como algunos enlaces con más información al respecto (en español):


-Página del proyecto Phoneblocks (original, en inglés)


lunes, 22 de julio de 2013

Greg, el enano que fue comido

Pues eso, nueva entrada, por si acaso no fuese que alguien las echase en falta.
Para empezar, sigo en la línea de mis últimas entradas consecuencia de mi nuevo hobby reposteril y os traigo fotos de la última tarta que decoré para el cumpleaños de un amigo.

Con todo ustedes, ¡Greg, el enano de bizcocho, chocolate y fondant (en ese orden de capas)!

El bizcocho utilizado es el mismo de las otras veces (aquí para ver la receta). Básicamente hice dos tartas, como en el caso de la tarta-dragón, una para la base y otra para el enano (que en realidad es un medio enano, solo existe de cintura para arriba) y algunos de los "escombros o restos de tierra y oro" en los que se apoya. Corté más o menos un cuadrado de una de las tartas, lo cubrí de chocolate, cogí más bizcocho de la misma tarta, lo deshice y luego moldeé a base de presionar con las manos en plan "hagamos una albóndiga", la rebocé también en chocolate, metí en la nevera hasta que el chocolate de ambas partes quedó buen duro, pegué las dos (el cuadrado es el cuerpo y la albóndiga de bizcocho la cabeza) y decoré con fondant. Entonces hice un pequeño boquete en la otra tarta, lo justo para meter un poco a Greg el enano, luego deshice más de la tarta que ya había destrozado para hacer al enano, lo coloqué por detrás (con la maravillosa colaboración del pegamento comestible, aunque supongo que también podría cubrirse todo de chocolate u otra cosa) y apliqué mi spray dorado comestible. Recubrí el lateral de la tarta base con chocolate, hice el cartelito con el nombre y la edad del cumpleañero con la fondant sobrante, ¡y listo! (y sí, sobró bizcocho de la tarta que dio vida a Greg, un buen desayuno).


jueves, 27 de junio de 2013

El "cómo se hizo" de la tarta-dragón

Bueno, llevo un poco-bastante-demasiado tiempo sin hacer entrada nueva, pero es que he estado de selectividad y demás. Para compensar os traigo fotos y comentarios sobre cómo hice mi tarta-dragón-cutril.

Lo primero, en verdad son dos tarta, una para la base y otra para el dragón, ambas cubiertas con fondant (la cual yo suelo comprar aquí en Zaragoza en la tienda de Crema y Chocolate). Las tartas son del mismo tipo que la que hice para el cumple de mi madre (aquí podéis ver la receta), aunque sin relleno.

La primera tarta fue la base, cubierta de fondant teñida de gris (la teñí con colorante negro, añadiendo poquito a poco con un palillo y amasando hasta obtener el color deseado).

La siguiente tarta la corté en partes que fui colocando sobre la base del molde en que había hecho ambas tartas para intentar montar el dragón de forma que encajase sin manchar aún la base.

Me sobraron trozos de tarta que mi madre se estuvo desayunando al día siguiente.

Luego desmonté el dragón, recorté un poco más las piezas de bizcocho para que fuesen más redondeadas, y lo cubrí pieza por pieza de fondant verde (en todo momento trabajé con fondant originalmente blanca que iba tiñendo según me parecía mejor), montándolo de nuevo sobre la otra tarta base. A continuación le añadí adornos (los pinchos azules, ojo, garras y demás).

Y el resultado final ya lo visteis en la entrada anterior:

sábado, 1 de junio de 2013

Porque aún hay cosas difícilmente prohibibles...

"No leas, los libros nos salen caros y en el ordenador te dejas la vista"
"No escribas, es una pérdida de tiempo si no mandas nada a concursos y los ganas"
"Deja de hacer dulces, es una pérdida de tiempo y dinero, ocupas la cocina, molestas"
¿Qué tiene permitido hacer? ¿Qué puede hacer? ¿Qué está bien que haga? Ni siquiera destacaba en esas cosas, pero era todo lo que tenía, lo que le hacía sentir bien... No sabía dibujar ni era estudiante de dieces, no le gustaba beber ni fumar, ni tenía dinero para viajar o ir de compras compulsivas, aunque esto segundo tampoco es una idea que le entusiasme precisamente, y lo primero quizás, quizás quizás algún día... No se le daban bien las matemáticas, ni la informática, las tecnologías por lo general parecían tener algo contra ella, tampoco tenía ningún talento musical, claro que nunca había tenido un instrumento entre sus manos para probarlo... Tampoco se lo podía comprar ni se lo compraría nadie, así que lo mismo daba. Una vez sí que se ilusionó con la idea de aprender a tocar alguno, ahorró el dinero para aquel prácticamente desconocido instrumento, dos años le llevó, y lo tenía, pero por azares del destino, y problemas en la economía familiar, tuvo que gastarlo en asuntos familiares y nunca más volvió a ver tanta fortuna junta en poder.
Ah... ¿Y qué le quedaba? Nadie le prohibía pasear, eso aún podía hacerlo, y vaya si lo hacía.
Caminó por las nocturnas calles de la ciudad del cierzo, disfrutando del último capricho que aún podía consentirse, bueno, eso y el chocolate... El aire era fresco, había estado lloviendo esos días y el verano parecía negarse a hacer acto de presencia aquel año, se arrebujó en su "bufanda", con sus casi siempre frías manos en los bolsillos del abrigo de paño negro, y aspiró aquel aire con fuerza. El pechó le dolió al momento, como si hubiese recibido un golpe, llevaba un par de días doliéndole cuando aspiraba con fuerza o se tumbaba de espaldas, probablemente se había resfriado o algo, ya le pasó algo parecido en una ocasión, cuando pilló infección de pecho y tuvo que pasarse varios días tomando unas pastillas del tamaño de supositorios y durmiendo medio sentada porque de lo contrario le era difícil respirar. Al menos esta vez era solo un dolor leve.
La punta de la suela de uno de sus botines se estaba empezando a despegar de nuevo, y fue aún más consciente de ello cuando pisó un charco y sintió el frío del agua invadir su calcetín. Podría haber dado media vuelta y regresado a casa a cambiarse de calzado, pero lo único que deseaba en ese momento era caminar y caminar hasta que los pies le doliesen a rabiar.
¿No era ese el Parque Grande? Vaya, ni se había dado cuenta de que andaba en esa dirección. Lo cierto es que le apetecía un montón adentrarse en él y perderse entre sus caminos más inhóspitos, pero era sábado, y aunque nunca había estado allí un sábado en la noche, sabía bien lo que se solía cocer, había oído mentar las suficientes veces que era zona de botellones, y más de una vez había visto las pruebas en forma de cristales rotos y botellas abandonadas por el césped, cerca de bancos, y por las cercanías del riachuelo aquel que transcurría por allí., que vete tú a saber, igual hasta era un afluente de algún río cuyo nombre debería conocer, pero esas cosas nunca habían sido su fuerte... tampoco. Pensando así, parecía bastante inútil, la verdad, ¿qué sabía hacer? ¿Postres cutres que a veces ni le salían buenos? ¿Leer, con temporadas de abandono masivo de lecturas a medias? ¿Imaginar mil historias que nunca escribe? ¿O escribir mil cosas que, o bien deja a medias, o no valen ni el esfuerzo que hace una vez al año de replegar los papeles en que se hallan y decidir cuáles guarda y cuáles tira?
Se ha sentado a la entrada del parque, no entrará, pero tampoco se decide a marcharse, no sabe a dónde ir, no es que planease llegar allí, pero ahora tampoco quiere volver a andar sin rumbo fijo y arriesgarse a ir más lejos, porque a partir de ahí se pierde seguro, con el sentido de la orientación nulo que tiene...
Se plantea el volver a casa, pero no por la seguridad del hogar, que en esos momentos no es la perspectiva más alentadora dado su estado de ánimo y lo que lo ha provocado, sino porque le están entrando unas ganas terribles de escuchar música mientras escribe. No sabe el qué, no sabe el por qué, pero le da igual lo que le hayan dicho. Contra lo de los libros y los dulces poco puede hacer realmente, pero aún puede rebelarse contra lo de escribir... A no ser que se planten en la puerta de su dormitorio a espiarla, ¿cómo van a impedir que coja libreta y papel? ¿O qué abra ese blog que parece usar solo para desahogarse y comentar cosas que le gustan o llaman su atención?
Y antes de que tan siquiera haya terminado el hilo de estos pensamientos, camina ya por Plaza España, camino de casa, de su dormitorio, tan solo se detiene un momento en el Puente de Piedra, le encanta apoyarse en los bordes de piedra y asomarse al río Ebro...

Buenos, para compensar el rollo macabeo que os acabo de soltar, os dejo unas foticos de lo que al parecer, al menos hasta que me emancipe, son las últimas tartas que he podido hacer.

Esta mariposa-tarta la hice para el cumpleaños de mi madre.

Y esta tarta-dragón la estuve haciendo ayer, aunque por desgracia no he podido llegar a terminarla... (le faltan las alas, entre otras cosas)

jueves, 16 de mayo de 2013

2 noticias: concurso y teatro


Como bien indica el título de la entrada, traigo dos nuevas noticias.
La primera, que el concurso mencionado en la anterior entrada ha alargado su plazo para presentar los relatos hasta el lunes 20 de este mes (vamos, hasta el lunes de la semana que viene).

Y la segunda noticia, ¡el estreno de la obra de teatro que Kabuki (el grupo de teatro del que formo parte) representa este año!
Otro años más lo anuncio en el último momento, pues la fecha es mañana viernes 17 de mayo, a las 18:00 en el Centro Cívico Río Ebro (junto al Carrefour del Actur, aquí podéis ver el anuncio "oficial" de la obra). La entrada, como en otras ocasiones, cuesta 2€ de nada y se puede adquirir antes del espectáculo.
La obra de este año es ¡Vaya con Decamerón!, dirigido por Olga Ezpeleta, y se trata de la adaptación de algunos de los cuentos de la obra Decamerón de Giovanni Boccaccio.

"El joven fraile tentado por los continuos acosos de seducción de Lidia..." XD

martes, 14 de mayo de 2013

III Concurso de relatos la Cueva de Smaug: fantasía, terror y ciencia ficción

Sé que le hago publicidad con el tiempo algo justo dado que el plazo termina este jueves pero... Quién sabe, a lo mejor aún hay alguien que tiene por ahí un relato escrito o pendiente de escribir y lo manda estos días, al fin y al cabo solo piden un mínimo de 800 palabras (visto así asusta, pero apenas son un par de hojas o menos).
Podéis consultar bases en el blog del concurso: Aquí
Y también en el evento de Facebook: Aquí
Los premios corren a cargo de El vecino de la bestia (aquí web y aquí página de Facebook) y Tajmahal Comics (aquí web y aquí página de Facebook).
Y os dejo también la página de Facebook de los organizadores, La Cueva de SmaugAquí

¡Ánimo y suerte a los valientes! :)

jueves, 9 de mayo de 2013

¿Es un pastel? ¿Es un pensamiento? ¡No! Es... ¡Un libro! (Más concretamente: "La metamorfosis" de Kafka)

Hacía bastante que no subía por éstos lares una entrada sobre alguno de mis amados libros, ¿eh? Y es que en éste curso apenas he podido empezar y dejar a medias, a la espera del verano, cuantos libros han caído en mis manos, salvo contadas excepciones, claro está, entre las que se cuentan las lecturas "obligadas" de Literatura Universal y Lengua y Literatura. Y lo pongo entre comillas porque, si bien algunas no estaban precisamente en mi lista de libros que estoy deseando leer éste año (como es el caso de Los Santos Inocentes, que si bien no está mal como lectura, ya la tuve entre las lecturas "obligatorias" del año pasado), lo cierto es que otros estaban, como mínimo, en mi lista de libros y autores que debo como poco catar en algún momento. Y éste es el caso de Kafka, cuyo libro La metamorfosis leí para Literatura Universal.
Y aquí os dejo la sinopsis y enlaces de interés para los interesados:

"La historia narra la vida del protagonista, Gregor Samsa, desde la mañana en que se levanta para descubrir que se ha transformado en un insecto gigante, hasta su muerte, pasando por todo un proceso de abandono por parte de su familia e, incluso, de sí mismo."

Mi opinión personal (tal cual la puse en el trabajo para Literatura Universal):

"Pienso que, aunque muchos adolescentes sientan horror si les sugieres que lean algo de Kafka, esta novela es ideal para leer a esa edad, cuando uno más identificado puede sentirse con cuanto se describe en ella: la incomprensión y distanciamiento por parte de la familia, la sensación de incomodidad con uno mismo e incluso la incomunicación y el desapego hacia, al menos, uno de los progenitores, que se ve como un ser vil."


Y ahora, los enlaces:
-Aquí para leer La metamorfosis online.
-Aquí para leer la versión de La metamorfosis en comic (por que sí, tiene versión en comic).
-Aquí para ver una versión en cortometraje de 1993.
-Aquí para ver otra versión en cortometraje del 2004 (algo más extraña).
-Aquí para más información sobre el autor y su obra (y por si, como a mí, a alguien le toca hacer un trabajo sobre él).

domingo, 5 de mayo de 2013

Una tarta para el Día de la Madre

Eso es lo que le he hecho a la mía ésta mañana para sorprenderla tras la comida. Básicamente he hecho la receta de la tarta Sacher añadiéndole modificaciones, que básicamente vienen a ser que la he partido por la mitad y le he metido mousse de chocolate... La idea original era ponerle chantilly, que con la de Jade quedó muy bien, pero por motivos varios (no sé hacerla a mano, no tenía tiempo para tanta probatina y la de hacer con polvos no estaba por ninguna parte cuando fui a comprar). Todo ha salido muy bien a excepción de un pequeño de talle del cual he aprendido una cosa: antes de meter la mousse de chocolate en la tarta sería buena idea mezclarla con gelificante... Os dejaré la receta que he usado yo (lo que es el bizcocho ha salido perfecto) y rellenadla con lo que gustéis (o no la rellenéis, que también es válido).

Ingredientes:
-125 gr de almendra molida
-100 gr de harina
-200 gr de azúcar (pasado por la batidora)
-100 gr de mantequilla (o margarina) a temperatura ambiente (os va a tocar empomarla, podéis hacerlo con los dedos y consiste, tal y como el nombre indica, en "amasar" la mantequilla hasta que quede con una textura similar a la pomada)
-6 huevos
-150 gr de chocolate para fundir 
-1 sobre de levadura química
-1 pizca de sal
-Canela
Como anécdota curiosa: yo terminé usando 7 huevos en vez de 6 porque a uno de los de la foto al parecer se le subió la fama a la cabeza y decidió suicidarse... XD Moraleja: los huevos no son obedientes y además ruedan, lo que significa que como modelos no valen mucho. Fin de la anécdota.

Preparación:
Mezclamos la mantequilla (a temperatura ambiente y empomada) con el azúcar y batimos bien para mezclar (yo siempre recurro a la batidora para ésto...).
Fundimos el chocolate al baño maría (o en el microondas con la función descongelar, lo que pasa en que el mío ha decidido morirse hoy...).

Una vez derretido lo añadimos a la mezcla anterior, y a darle con as varillas (o, si no tenéis, seguir con la batidora). Agregamos tres de los huevos, y a mezclar todo bien. Incorporamos la almendra molida, mezclamos, un huevo, mezclamos, la harina, la levadura, la sal, la canela (yo la hecho un poco al gusto, que en mi caso vendría a ser un par de buenas cucharadas) y los dos huevos que faltan, y a mezclar todo.

Precalentamos el horno. Preparamos el molde (yo siempre digo, y seguiré diciendo, que mejor si es desmoldable), lo untamos bien de mantequilla (o margarina), vertemos la masa y dejamos hornear a 170ºC durante 40 minutos.

Cuando lo saquéis del horno le quitáis la parte de arriba (lo más raso posible para no llevaros demasiado bizcocho por delante, la idea es que quede liso) y le dais la vuelta (para que la más lisa de las caras sea la que quede a la vista).
Una vez hecho tenéis dos opciones: la primera, dejar la tarta tal cual y simplemente cubrirla con chocolate; la otra, partirla por la mitad y meterle relleno.
Por si a alguien le interesa lo que he hecho yo, necesitaréis:
-1 sobre de preparado para mousse de chocolate.
-500 gr de fresas.
Ignorad el hecho de que en la foto salga el doble de cantidades que he indicado arriba...

Para hacer el rellenos parid por la mitad la tarta (cuando esté ya fría mejor) y poned la parte superior en un plato al lado.

Volved a montar el molde desmoldable (ésto hará que el relleno se espachurre menos por todos lados), mezclad el preparado de mousse ya mezclado y demás con trocitos de fresa y extendedlo por la parte de la tarta que tenéis en el molde, colocad la parte superior y a la nevera 2 horitas más o menos.
Sacáis, desmoldáis y decoráis.
¡Y ya está!

Pues al final el relleno de mousse salió bien...

lunes, 15 de abril de 2013

Receta de tarta "terciopelo rojo" con decoración a lo "Juego de Tronos"

Pues eso, que aunque aún os debo la receta de la tarta de coco, hoy os traigo otra que hice el viernes para el cumpleaños de un amigo.
Básicamente cogí la receta del pastel o tarta velvet red (terciopelo rojo), con las pertinentes modificaciones (nada demasiado extraño, el relleno, básicamente, que no me terminaba de fiar de mi capacidad para hacer la crema agria que decía la receta y recurrí al clásico e infalible yogur griego).

Ingredientes:
-125 g de mantequilla (o margarina, pero en cualquier caso, a temperatura ambiente, si estaba en la nevera sacadla un rato antes de usarla)
-275 g de azúcar (podéis pasarlo por la batidora o no, es más bien al gusto, a mí es que me da la impresión de que se mezcla mejor después de pasarlo por la batidora que cuando está granulado)
-3 huevos
-280 g de harina de repostería
-15 g de cacao en polvo (o dos cucharadas soperas, pero no más)
-1 cucharadita de levadura 
-1 cucharadita de bicarbonato sódico (aunque personalmente la próxima vez probaré a hacerlo sin ésto, porque es la segunda receta que hago que requiere de él y la segunda que se me hunde por el centro, como con las cupcakes de plátano y coco. Pues eso, que ya os diré cuando lo pruebe a quitar si era o no el culpable)
-1/4 de cucharadita de sal 
-1 cucharadita de extracto de vainilla (adquirible en casi cualquier supermercado en la sección de cosas para hacer repostería, pero si por algún casual de la vida no conseguís y tenéis azúcar avainillado a mano, pues también sirve, solo que habríais de quitar un par de cucharaditas de azúcar normal y añadir las de azúcar avainillado).
-Colorante rojo 

Preparación:
En primer lugar, mezclamos la harina, el cacao, la levadura y la sal.

En otro bol aparte, batimos la mantequilla y el azúcar juntos.

Una vez bien batidos y mezcladitos, añadimos los huevos y volvemos a batir hasta que quede homogéneo. Añadimos los ingredientes secos del primer bol y mezclamos a conciencia (ya sabéis, hasta que quede homogéneo). Añadimos el extracto de vainilla, mezclamos, y, por último, añadimos el colorante, poco a poco y procurando no dejar de mezclar, hasta obtener el color deseado (usad la puntita de una cucharilla o incluso un cuentagotas si tuvieseis a mano, que con los colorantes es mejor no irnos de la mano si no queremos liarla con el color...).
Algo así

Ya sabéis, y si no, pues os toca hacerlo, que hay que precalentar el horno antes de hornear. 
Untamos el interior del molde con mantequilla (recomiendo un molde desmoldable, porque es más práctico a la hora de sacar la tarta, pero bueno, cada cual lo que tenga), vertemos la masa y al horno: 170ºC durante unos 25-30 minutos (recordad, si no estáis seguros, pasado ese tiempo y antes de apagar el horno, pinchar con un palillo, si sale húmedo es que aún no está).
Una vez hecho, lo sacamos, dejamos enfriar un poco y partimos por la mitad. Andad con cuidado al separar ambas partes, porque, si bien queda muy suave y muy rica y demás al final, para manejarla es toda una historia y hay que tratarla casi como si fuese de cristal (véase en la foto como casi se me desmonta cual puzzle la parte de arriba).

A continuación yo usé de relleno un par de yogures griegos, pero la receta original era con una crema agria que era algo así como que había que dejar la leche unos cinco minutos con zumos de limón... En fin, que a parte de mi idea o la original, también podéis usar nata o chantilly (la nata que no sea de la de bote con spray, sino de la que hay que montar a mano).
Y, como ya he mencionado en el título de la entrada, la decoración escogida fue con inspiración de la serie Juego de Tronos (o la saga de Canción de hielo y fuego, que para el caso lo uno es la serie y los otro los libros, aunque debo admitir que de la serie solo me vi la primera temporada y los libros los llevo al día... con alguna que otra anécdota acaecida sobre el últimos, pero ya os contaré en otras entrada, ya os contaré...).
Y aquí tenemos las cosicas que usé para decorar, unas más frecuentes y otras más extrañas.

De arriba a abajo y de izquierda a derecha (todo ésto es comestible, aunque no especifique): gel blanco brillante (para hacer las letras de "Happy Name Day"), pegamento comestible (para que las cosas no se fuesen a freír espárragos en el trayecto de mi casa hasta el lugar en que sería comida la tarta), spray plateado (para pintar la medalla con el emblema de los Stark y la espada, cuidado si lo usáis, practicad primero con alguna otra cosa y no pongáis demasiada cantidad, siempre echándolo a cierta distancia del objeto a decorar), Fondant blanca y negra, y la del final a la derecha es lo mismo pero con colorante rojo, colorantes amarillo, rojo y azul (mezclándolos se sacan los demás colores, menos el negro, que siempre compro ya de ese color porque renta más que la cantidad de colorante que habría que gastar para obtenerlo), un rotulador para dibujar (que sí, que ya he dicho que todo ésto es comestible, no se os ocurra intentar sustituirlo por otro que tengáis por casa de tinta normal).
Procediendo a hacer los adornicos...
Hay que tener paciencia con el colorante, usar un palillo e id echando poco a poco, amasando y mezclando a conciencia cada vez que agreguéis, que con poco se hace mucho, y con más la liaréis (experiencia propia).

¡Y aquí tenemos el resultado!
(Recordad que aún soy novata y ésta es solo la tercera tarta que hago, supongo que iré mejorando... XD )

Aunque no se vea, usé cobertura de chocolate para el alrededor de la tarta, lo de encima es todo fondant.
Pues eso, ya sabéis, dadme vuestra opinión y comentadme acerca de vuestra experiencia si decidís aventuraros a hacerlo en casa.

domingo, 7 de abril de 2013

Cupcakes de plátano y coco


Aquí os dejo la receta de lo que hice ayer (aún tengo que subir la del pudin de pan, las cupcakes de vainilla, el bizcocho de canela, la tarta de coco... y un largo etc.)
La receta la hice según el nuevo libro de recetas que me he comprado, con alguna modificación (como siempre).

Ingredientes:
-75 g de mantequilla (si está en la nevera, sacadla un rato antes para tenerla a temperatura ambiente)
-250 g de harina
-2 cucharaditas de levadura
-1 cucharadita de bicarbonato (si os pasa como a mí y no tenéis bicarbonato a mano pero sí gasificante, podéis usar el sobrecito azul, que es el bicarbonato)
-1/2 cucharadita de canela
-50 g de coco rallado (aunque yo usé coco en pasta, pero el coco rallado es más fácil de conseguir si no sabéis dónde comprar ésto)
-2 huevos
-100 g de azúcar glas (resulta que me quedaba poco y usé parte de éste y parte de azúcar normal pasado por la batidora, que sirve igualmente)
-3 yogures griegos 
-2 plátanos

Preparación:
Primero de todo, cortamos los plátanos en trocitos, les añadimos el coco y lo pasamos todo por la batidora. 

En un recipiente a parte, batimos los huevos y los mezclamos con el azúcar.

Ahora, en éste mismo orden, mezclamos la harina con la levadura, el bicarbonato, la canela y la mantequilla (cortándola previamente en trocitos pequeños), añadimos la mezcla de huevo y azúcar, el yogur y la papilla de plátano y coco.

Batimos hasta que todo quede bien mezclado y homogéneo (podéis hacerlo con varillas, pero si hay que recurrir nuevamente a la batidora, pues se recurre).

Preparáis los moldes de las magdalenas (recordad, el molde de papel dentro del de silicona, si no tenéis de silicona, dos moldes de papel juntos, así evitaremos desgracias del tipo "molde que se abre y masa que se despatarrama") y vertéis dos cucharadas soperas por molde (llenando dos tercios o algo más del molde). A mí me dio para unas 20 unidades más o menos (una se la comió el perro en un descuido... Así que en las fotos solo salen 19).
Metemos las cupcakes al horno, 180ºC durante 30 minutos aproximadamente (podéis ir comprobándolo con un palillo, si sale seco es que están listas). Cuando estén hechas, apagáis el horno y las dejáis 5 minutos más dentro. Las sacáis y dejáis enfriar antes de decorarlas.
Así salió la primera hornada (no tenía suficientes moldes de silicona para hacerlas todas de golpe)
Ahora vienen las sugerencias de decoración (yo usé varias).
Una es hacer coberturas de chocolate (el clásico negro o el más moderno blanco, el modo de preparación te suele venir en los propios envoltorios).

También podéis usar las mismas tabletas para hacer virutas de chocolate que luego podéis poner por encima.

O podéis hacer una maravillosa cobertura de merengue (si lo queréis teñir, como hice yo con el amarillo, usad un palillo para añadir el colorante, con una vez basta, o dos si queréis darle un tono más fuerte). Pero recordad, cuando pongáis el merengue en el horno (a parte de colocarlo en las cupcakes antes de hornear), que esté recién apagado y se haga con el calor que queda, o podría quemarse, (experiencia propia, de nuevo).

Y aquí tenemos los resultados:

Con coberturas de chocolate, virutas y trocitos de plátano en rodajas.

Con cobertura de merengue (y dos infiltradas XD )

Aquí ya se nota que me cansé e improvisé con lo primero que pillé... XD

Pues eso es todo por hoy. Ya subiré alguna entrada hablando de mi nuevo libro de recetas y subiré todas esas que hice y tengo pendientes...